lunes, 19 de septiembre de 2011


Campeonato en Intxaurrondo 1976.
Subterráneo de Atotxa. 
Miramón.


martes, 7 de junio de 2011

Simulación de un Tsunami en Donostia






DHI Group

EL ASILO MATÍA 1895


La Junta de caridad de este piadoso establecimiento ha publicado como todos los años una Memoria brillante que revela su buena administración.
El 1.º de Enero de 1895, el número de asilados era el de 41 ó sean 22 hombres y 19 mujeres. Durante dicho año han fallecido 6 acogidos, 2 hombres de edad de 75 años, y los otros 4 de 67, 70, 81 y 90 años, siendo producidas las defunciones por enfermedades comunes.
De mujeres no ha habido más que una baja por salida voluntaria.
En la actualidad existen en el Asilo en calidad de acogidos 21 hombres y 20 mujeres y espera vacante un anciano.
Durante el último año se han causado 17.811 estancias, 607 más que el año anterior.
La Memoria detalla las obras que se han realizado en el Asilo, todas en mejora y provecho del mismo.
Los donativos ascienden á 9 15 pesetas.
La Junta contaba el 31 de Diciembre de 1894 con una existencia en efectivo de 15.129,77 pesetas.
Los ingresos durante el año han ascendido á 26.795 pesetas y los pagos por todos conceptos á 23.692,06; quedando disponibles para cuenta nueva pesetas efectivas 18.232,71.
El capital líquido de esta santa casa está representado por pesetas 597.174,05.
No hay más que un asilado de menos de 60 años. De 60 á 64 hay cinco; de 65 á 69, diez; de 70 á 74, catorce; de 75 á 79, diez, y de 80 á 84, uno.
De los asilados, uno sólo es de Llodio, y los 40 restantes de San Sebastián.
Tal es el estado satisfactorio del Asilo Matía, por cuyo motivo felicitamos á su celosa Junta, siendo justo consignar un recuerdo de gratitud á su dignísimo Presidente, nuestro respetable convecino D. Ricardo Bermingham. 
EUSKAL- E R R I A  Pag. 74

viernes, 20 de mayo de 2011

Inicios de la REAL.

1910 en Ondarreta.

1931 Atotxa.

1952 Atotxa.

Equipo de la triple final.

El equipo del primer titulo.

1923 Campeón de Gipuzkoa.

1929. Primer equipo de la liga.

El San Sebastián Recreation Club.


Fototeka Kutxa.

martes, 10 de mayo de 2011

Maletillas nocturnos.


1969. 'El Charro' y 'El Helicóptero', vecinos de Eguia, triunfaron en una nocturna corrida que tuvo como escenario los corrales de la plaza de toros.
Una cosa es el conjunto de actividades incluidas en cualquier programa de fiestas y otra los alicientes que ofrece una ciudad durante el día, más allá de los programados. Un hombre/mujer estatua, el malabarista de turno o el músico callejero -algunos podrían ser buenos profesionales en su actividad- pueden atraer a tanto público y hacer tan entretenido un paseo por nuestras calles como algunos de los espectáculos con marchamo de «incluido en el programa oficial».
¿Toros?... ¿Alguna corrida en el coso del barrio de Gros?... ¿Hubo orejas o rabos?... Los toreros, de momento, fueron obsequiados con unos días de estancia gratuita en la Prisión Provincial... a partir de aquí... pues no sabemos más, pero sí sabemos que el día 25, festividad de Santiago, se había programado un espectáculo taurino con bichos de la ganadería de Ceballos y que todo estaba «atado y bien atado» para que el festival saliera «a pedir de boca». Todo estaba atado, menos los toros que, al parecer, y es de suponer, descansaban en los corrales esperando su hora cual gladiadores romanos, pero con cuernos en lugar de redes o tridentes.
Quizá pensaban en estas cosas, si los toros piensan, cuando de madrugada sus más o menos inquietos sueños se vieron alterados por dos aspirantes a matadores, es decir, por dos maletillas.
La furtiva corrida, que fue a muerte y que como decimos no estaba incluida en el programa oficial, dicen que dijeron que fue una gran faena «de antología, despachando al enemigo de una entera hasta la bola»... pero sobre todo la faena debió de ser cuando por la mañana los responsables de la plaza de toros se dieron cuenta del desaguisado con el animal muerto en la arena... «y ahora ¿quién paga las 25.000 pesetas que cuesta el animal?».
La policía, que como decía la radioserie, «siempre gana», ganó la partida a los maletillas y a los dos días fueron detenidos El Charro y El Helicóptero.
A Irineo Baz Benito El Charro, charro porque nació en Salamanca, de 31 años, le acompañó en la lidia como espada Javier Muñoz Herrero, de 19 años, apodado El helicóptero, porque «cada vez que se enfrentaba a un becerro salía por los aires»... ambos vecinos de Eguia y que está vez, en lugar de terminar en la enfermería lo hicieron en Martutene.
Diario Vasco.

Becerrada benefica para niños acogidos organizada por Euskal Billera 31 12 1924

Fototeka Kutxa

jueves, 5 de mayo de 2011

Catedral del Buen Pastor



En 1881, mediante Real Orden, se adoptó para San Sebastián una nueva división parroquial que incluía la creación de una parroquia, reclamada desde hacía años por los habitantes de la zona, en la parte meridional de la ciudad, lo que luego se llamaría el Ensanche de Amara. En agosto de 1887 el Ayuntamiento cedió un terreno entre el río Urumea y la Playa de la Concha, ocupado por arenales y marismas, para la construcción del templo. Hasta que éste estuvo terminado, las necesidades espirituales de la feligresía local fueron satisfechas por una parroquia provisional, consagrada al Sagrado Corazón de Jesús; inaugurado en marzo de 1888, este templo rudimentario estaba hecho de madera y se situaba entre las calles de Loyola y el Príncipe.
En diciembre de 1887 una junta constructora presidida por el arcipreste D. Martín Lorenzo de Urizar Zalduegui-Ariño definió las bases del concurso de proyectos y prefijó un presupuesto de 750.000 pesetas, así como la capacidad del templo y su estilo arquitectónico, que debía ser ojival. Los proyectos presentados fueron cuatro, siendo elegido el trazado por el arquitecto donostiarra Manuel Echave, a quien le fue encomendada la dirección de las obras. La nueva iglesia tomaría la advocación del Buen Pastor.
A la colocación de la primera piedra se invitó a la familia real española, que se encontraba veraneando en la ciudad. Los actos tuvieron lugar el 29 de septiembre de 1888. La reina regente, María Cristina, sus hijos y el infante Antonio de Orleans y Borbón, junto con ministros y demás autoridades, asistieron a la solemne misa que el prelado diocesano D. Mariano Miguel Gómez celebró en la parroquia provisional del Sagrado Corazón. Finalizada la ceremonia, la regia comitiva se trasladó al solar destinado al nuevo templo y allí procedió a colocar la primera piedra, que cubrió una caja de plomo, en la que se encerraron los retratos del Papa y de la familia real, varias monedas de la época y ejemplares de la Gaceta de Madrid y del Boletín Eclesiástico. El acta de la ceremonia fue suscrita por el rey niño Alfonso XIII, de dos años y cuatro meses de edad, para lo que su madre le hubo de llevar la mano, siendo la primera vez en que el monarca estampara su firma en un documento oficial.
Echave pasó a ejecutar las obras teniendo como maestro de las mismas a José Vicente Mendía y, tras fallecer este, al maestro cantero Agustín de Zumalabe. Las labores de cimentación exigieron un escrupuloso drenaje del solar, hasta dar con arena consolidada. Para la arquitectura general se eligió piedra arenisca de las canteras del monte Igueldo; las bóvedas fueron confeccionadas con toba procedente de Ocio (Álava) y la pizarra de las cubiertas se trajo de Angers (Francia. Los operarios fueron todos vascos. Para la talla de piedra de los capiteles, adornos, ventanales y agujas que decoran el interior y el exterior se aceptaron los modelos presentados por el artista local Julio Gargallo.
La reina regente, María Cristina de Austria, y su hijo, el rey Alfonso XIII, inauguraron el templo en 1897.
Fototeka Kutxa 

miércoles, 27 de abril de 2011

Los baños.

En la mitad del siglo pasado, los primeros bañistas de La Concha fueron los muchachos. Iban a la playa provistos de toalla y un par de palitos: cuando la marea estaba baja, tomaban posiciones al pie del murallón que había entre lo que hoy es el Club Naútico y la actual primera bajada, que sostenía los actuales jardines de Alderdi Eder, y en las grietas que tenía el paredón metían los palitos que hacían las veces de colgadores.
Uno de aquellos muchachos contaba años después que despojados de la ropa, “desnudos ya y conforme vinimos a este pícaro mundo, grandes y pequeños nos zambullíamos en el mar, sin más ayuda que la señal de la Cruz para librarnos de accidentes: mordeduras de malignos bichos o de que un atrevido pulpo se enroscase en alguna de nuestras piernas”.
Cuando la marea estaba baja, dejaban la ropa en hilera sobre la arena. “Tan distraídos nos encontrábamos que la marea iba haciendo sus estragos bañando también nuestras ropas que andaban fluctuando con la resaca.
Advertido el desastre, todos nos abalanzábamos a recoger nuestras prendas y gracias cuando se completaban, pues resultaban casos de quedarse algunos con una sola bota y otros sin ninguna.
Hecha la recogida, principiaba el secamiento: parecía aquello un tendido de lavanderos desnudos que retorcían la ropa con gran empeño para exprimirla del agua, de miedo a la reprimenda que nos esperaba.
Sin tiempo para secarse porque llegaba la hora de recogerse a casa, con mil trabajos la metíamos sobre nuestros cuerpos, mojados también porque la mayoría no tenía toalla”.
En aquel tiempo al que se refiere, no se conocían las casetas y la primera que se montó, por idea de un descendiente de Gabriel María de Laffitte “Gil Baré”, componíase de una plataforma cuadrilonga con pequeñas ruedas; armazón de listones y cerrada, de lienzo blanco. No tenía ventanas, entrando la luz por la cubierta abierta siempre. Tampoco había puerta, bastaba la apertura de la tela para que hiciera veces de entrada.
La idea tuvo imitadores y desde entonces todos los años iba en aumento el número de casetas, llegando en 1.890 a 295, instalándose también en Ondarreta.
El Ayuntamiento cobraba un pequeño impuesto por caseta, obteniendo en 1.893 por este impuesto la cantidad de 2.287, cantidad con la que pagaba el sueldo a un cabo y cuatro celadores de mar.




miércoles, 13 de abril de 2011

UN KOXKERO POR LA SEXTA AVENIDA


“José Francisco Navarro Arzac fue un ejemplo de persona trabajadora que, aunque se arruinaba, volvía a empezar, sin decaer nunca. Además, no fue nada fanfarrón, sino alguien muy sencillo, y sobre todo, fue un hombre de una gran honorabilidad, tanto en su vida privada como en los negocios, tal y como se recoge en numerosas reseñas de prensa a las que hemos tenido acceso”. Es la opinión del historiador norteamericano Eric Beerman, autores del libreo José Francisco Navarro Arzac. Un vasco en América, fruto de cinco años de investigación y cuya segunda edición se publicó hace unos meses tras agotarse los quinientos ejemplares de la primera. El libro se presenta mañana en San Sebastián en un acto organizado por la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, editora del volumen.
Navarro Arzac nació el 21 de marzo de 1.823 en San Sebastián y fue bautizado días después en la parroquia de San Vicente. La I Guerra Carlista, en la que murió se hermano, empuja a José Francisco a emigrar a Cuba, en donde trabajó dos años en el taller mecánico de su tío, Basilio Navarro, a la vez que asiste a clases den la Universidad de La Habana. En 1.840 se traslada a vivir a EE.UU., primero en la ciudad de Filadelfia y luego, en la de Baltimore. Tres años más tarde regresó a Cuba, en donde se asoció con un rico hacendado canario afincado en la isla, Inocencio Casanova, para crear su primera empresa: Casanova, Navarro y Compañía. Esta asociación duró ocho años, al término de los cuales, Navarro Arzac vendió su parte en la compañía por 120.000 dólares.
EN GREENWICH VILLAGE
En 1.855, José Francisco llega a Nueva York para instalarse definitivamente. Dos años después, este koxkero con domicilio en el East Village neoyorquino contrae matrimonio con Ellen Amelia Dykers, hija de un emigrante holandés de las Antillas, convertido en influyente banquero. La pareja se instaló en Greenwich Village, en una casa de Dykers, situada en el número 25 de Washington Place, “un lugar ideal de tranquilidad y retiro”, en palabras del novelista Hwenry James. El matrimonio tuvo cuatro hijos, aunque uno de ellos murió al poco de nacer y el primogénito, en 1.877, a la edad de 18 años. “Fue entonces cuando Navarro Arzac creó en EE UU las grandes empresas, casi inconcebibles para aquella época y también para hoy en día, como la Equitativa de Nueva York”, afirma Conchita Burman.
UN EMPRESARIO DE ÉXITO
 A partir de 1859, José Francisco despliega una actividad frenética: en 1.865 crea la United States & Brazil Mail Steampship Co.; en 1.867, La Comercial Warehouse Co. y la Hidráulica Machine, que ese mismo año suministra diez mil contadores de agua a la ciudad de Nueva York; en 1.868, impulsa la creación de la Sociedad Española de Beneficencia para ayudar a sus compatriotas llegados de Cuba; y en 1.871, funda la empresa de taladros Ingresoll Rand, que en la actualidad se mantiene como una de las firmas líderes en el sector.
Por el camino, Navarro Arzac aún tiene tiempo de librarse de la Guerra Civil estadounidense, gracias a su influyente amigo James Roosevelt, tío de Teodoro, que pagó a dos sustitutos para que ocuparan sus plazas en filas. No obstante, Navarro prestó dos de sus vapores de hierro a la Marina de la Unión durante toda la contienda.
En 1.878, José Francisco Navarro lleva a cabo la que consideró gran obra de su vida: la construcción, en la Sexta Avenida de Nueva York, del primer ferrocarril elevado del mundo. “Fue un trabajo de ingeniería realizado en un tiempo récord”, recalca Conchita Burman. Aunque el ferrocarril elevado estuvo en funcionamiento hasta que en los años 20 fue sustituido por el metro, Navarro abandonó esta empresa dos años después, debido a los problemas surgidos con los vecinos de la línea férrea, que se quejaban del ruido y de las chispas que saltaban de las vías. “Además yo creo que le gustaba empezar proyectos y abandonarlos luego, una vez que ya estaban puestos en marcha”.
Al año siguiente, Thomas Alba Edison registra en España su invento de la luz eléctrica incandescente y cede a Navarro los derechos de esta patente para las Antillas y todas las provincias españolas en Ultramar. “Navarro financió, junto con la JP Morgan, la instalación de electricidad en Cuba, que aún era territorio español”, afirma la coautora del libro. En pleno éxito económico, José Francisco toma parte en la financiación de la Catedral de San Patricio, dos de cuyos bancos, el uno y el doce, adquiere de inmediato en subasta pública.
En 1.881, este donostiarra construye los primeros rascacielos de apartamentos de la Gran Manzana y doce meses después, figura ya entre los veinte empresarios más ricos de EE UU, el único de ellos con apellido hispano. En 1885, José Francisco logra otro de los hitos de su carrera empresarial al introducir en el país el cemento Pórtland, a través de una nueva empresa, la Atlas Pórtland Cement Company, que rápidamente se convierte en las más grandes del mundo en este sector y que fue la firma suministradora para la construcción del Canal de Panamá. “Hay un documento en el que se recoge que, de los ocho millones de barriles de cemento suministrados por la firma, jamás se rechazo ni uno por incumplir las normas de fabricación”.
Diario Vasco.

Entre los múltiples planes de José Francisco Navarro Arzac que jamás fueron realizados, uno brilla con luz propia por lo insólito: la construcción de un ferrocarril elevado que atraverara la bahía de la Concha, desde la Perla hasta la isla de Santa Clara. “Tenía este proyecto con el arquitecto Alberto Palacios, pero menos mal que no pudieron llevarlo a cabo, al parecer por problemas de financiación, porque hubieran estropeado el paisaje”, comenta Conchita Burman-
Ni siquiera la guerra desatada en 1.898 entre España y EE UU por la cuestión de Cuba hizo que José Francisco renunciara a su nacionalidad española, que conservó hasta su muerte en 1.909 a causa de “una bronquitis y una pulmonía con complicaciones coronarias”, según se indica en el libro que recoge las andanzas de este vasco peculiar. Su viuda, Ellen Dykers, apenas sobrevivió un año a quien fue “el amor de su vida”. Burman concluye con un lamento: “Es casi increíble que en España no se haya hecho más por recordar la figura de Navarro Arzac... a lo mejor es que aquí no tenemos tanto amor patrio como los anglosajones. Es una pena”.


Libro Un vasco en América. José Francisco Navarro Arzac.

jueves, 31 de marzo de 2011

Noticias del lunes 2 de diciembre de 1895.


Por la mañana entro en el puerto la goleta sueca “IDA”, procedente de Arnaus, con cargamento de madera para el Sr. Urcola. Al interior de la dársena, por exceso de calado, encalló a la boca de la misma, teniendo que descargarse parte del cargamento con objeto de que entrara sin peligro.

Del puerto donostiarra zarpó con dirección a Deva el pailebote “Arantza”, con carga general.

En el café de la Marina dio su último concierto la notable concertista de bandurria, miss Zaida, tomando parte en el mismo, el profesor de laúd, Sr. Olascoaga.

Un fenomenal escándalo promovieron dos individuos llamados Pedro Gorostegui y Felipe Gabarain, en el establecimiento de bebidas situado en la planta baja del número 8 de la calle Embeltran. El primero quiso acometer con un tenedor a la dueña de la taberna llamada Asunción Urquía, que se vio obligada a salir a pedir auxilio. Personados los representantes de la autoridad, fueron detenidos y llevados a la inspección municipal. El Gabarain opuso viva resistencia al conducirle a la inspección, por lo que hubo necesidad de arrastrarle largo trecho.

         Por el guardia nocturno José Trecu fue detenido un individuo llamado Agustin Méndez, que en completo estado de embriaguez intentó acometer a varias personas con un bastón-estoque que llevaba.

         No se registró ningún fallecimiento.

         En la cárcel de Ondarreta se registraron cinco salidas y una entrada. 106 reclusos.

         En la casería Arriarte, emplazada en Igueldo, se cometió un robo. Francisco Martiarena, manifestó en el juzgado que de una cajita que guardaba en un armario, habían desaparecido 210 pesetas. Los cacos aprovecharon el momento en que nadie de la familia estuviera en casa para acometer el robo.

martes, 29 de marzo de 2011

LA GIMNÁSTICA DE ULIA


El 7 de enero de 1917 recibió la autorización para inscribirse en el registro como sociedad deportiva. La Gimnástica de Ulia, todo un emblema de Gros, nació casi espontáneamente de una cuadrilla de amigos que trabajaban en la zona del matadero y que contaban con el beneplácito del bar Katxan, que les cedía su local para reunirse. De ahí pasaron a finales de 1961 a la calle Bermingham, donde tenían el local en una antigua alpargatería, sobre los talleres Blazquez. Allí permanecieron hasta mayo del 75 en que, por motivo de ampliarse la calle, hubieron de trasladarse a la calle Trueba en el antiguo taller de carpintería de los Elizondo. Atrás quedan los años en que la sociedad organizaba las carrozas de Pentecostés a beneficio del Hospital de Manteo, y cuando contaba con sección de pelota e incluso equipo de balonmano femenino. No obstante conserva su Cros de Reyes, que comenzó a celebrarse en 1918.

Fototeka Kutxa

Videos

Los vídeos están colocados en vídeos. Espero os hayan gustado. Inauguro otra pagina de vídeos de deportes.

jueves, 24 de marzo de 2011

Coacción armada intolerable contra los visitantes que hablaban en euskera con F. de Idiaquez


Manifestaciones inexplicables del gobernador. Contradictorias declaraciones del director de la cárcel de Ondarreta. Dos cartas y un documento. Una versión del suceso. ¿Qué pasa en la prisión de Ondarreta? Unas horas de tregua.

El Dia, 1933-III-7

        Escena dolorosa y triste la que el domingo por la mañana se desarrolló en los muros de la cárcel de Ondarreta. Escena que pudo terminar en derramamiento de sangre por la incalificable imprudencia y por la inexplicable conducta de un oficial de prisiones.
        Platicaban, en amigable conversación, con el infortunado Francisco de Idiákez, el equivocadamente condenado reo, su hermano y su hermana, acompañados de un grupo muy numeroso de amigos y parientes de Guetaria y Donostia.
        Con imperioso y despótico ademán, ordenó el oficial de prisiones que acompañaba a Francisco de Idiákez: «Habla en castellano», con esa majeza tan clásicamente española, que hasta llega a olvidar las más elementales normas de respeto al tratar a un hombre caído en desgracia.
        El público advirtió al inconsiderado oficial de prisiones que siempre se había permitido hablar en euskera en aquel lugar. Irritado el oficial, introdujo a Francisco de Idiákez, bruscamente, en el interior, agarrándolo de un brazo. Y a los pocos instantes apareció empuñando un revólver, con el que apuntaba al público.
        La confusión que se originó fue extraordinaria. La hermana de Francisco de Idiákez cayó víctima de un ataque, mientras las mujeres, atemorizadas, eran presas del pánico. Ciego de estulticia, desoía las voces prudentes de los presentes el oficial de prisiones. Los gritos hicieron acudir a los otros oficiales, que a su mal aconsejado compañero, hicieron volver de su acuerdo.
        Personas que nos merecen todo crédito por su posición relevante en Donostia, empeñan su palabra de honor de que no se pronunció ni una sola palabra que pueda atenuar siquiera la responsabilidad enorme que recae sobre el oficial de prisiones. Al prohibir éste que se siguiera hablando en euskera, se le hicieron advertencias comedidas y respetuosas.
        [...]

CÓMO SE DESARROLLA UN INCIDENTE
        [...] Nos hemos entrevistado con don Nemesio de Arizmendi, que ha popularizado el pseudónimo de Atarrene del que sabíamos se hallaba presente en la cárcel en el momento de producirse el incidente, del que daban ayer cuenta los periódicos de la tarde.
        [...]
        —¿No enteraron ustedes de lo ocurrido al director de la prisión?
        —Una vez en la calle todos fuimos de parecer que teníamos que reivindicar de algún modo nuestro derecho de euskeldunes a hablar en nuestro idioma. Pedimos audiencia al director de la cárcel, y conseguida ésta, nos presentamos ante él solo dos personas: el presidente de Eusko Gaztedi, miembro también de G.B.B., señor Ernandorena, y yo. Tuvimos una cordial entrevista con el señor director, que se portó con nosotros como un cortés y perfecto caballero. Protestamos ante él del atropello al idioma y de la amenaza de la pistola, y puestos a concretar, pedimos que no se nos impidiera de manera alguna el hablar euskera en la cárcel. Muy imparcial, el señor director justificó nuestro derecho, lamentando lo sucedido y prometiendo, en bien de todos, que no se repetiría más este caso, autorizándonos para en adelante poder hablar euskera siempre que quisiéramos.

LO QUE DICE EL GOBERNADOR
        El Gobernador civil, al recibir al mediodía a los periodistas, y refiriédose a los incidentes surgidos en la cárcel el domingo por la mañana, hizo las manifestaciones siguientes:
        —Me ha visitado el director de la cárcel —dijo el gobernador—, quien me ha dado cuenta del incidente de ayer. Se trata de que un grupo de personas que visitaban al condenado por el suceso de Guetaria, se presentó en actitud tumultuosa, empeñado en hacer un mártir del vasco, y que se negó a cumplir el reglamento y las disposiciones que regulan el régimen interior de la cárcel.
        He podido comprobar que por parte de la dirección de la cárcel se ha tenido una complacencia quizá excesiva, porque no se ha sabido considerarla en su verdadero valor, admitiendo en la comunicación un número mucho mayor de los que el reglamento autoriza.
        La totalidad de las personas que promovieron el alboroto, a pretexto de que el oficial solicitó de ellas que hablasen en español, por tener necesidad de saber lo que hablaban con el preso, conocen el castellano perfectamente, como lo prueba que en castellano agredieron al oficial, con los peores calificativos.
        En adelante se cumplirá el reglamento con todo rigor, ya que, por lo visto, las condescendencias se toman como síntoma de debilidad.

MANIFESTACIONES EN PUGNA CON LAS DECLARACIONES DEL GOBERNADOR
        Una carta del presidente de Eusko Gaztedia.
        [...] me interesa hacer constar también, ya que en sus manifestaciones al señor gobernador se refiere el director de la cárcel al cumplimiento del reglamento, que según espontáneamente nos manifestó en nuestra entrevista, en su paso por las cárceles de Cataluña y Valencia, se permitía a los reclusos expresarse en su idioma correspondiente con los familiares y visitantes.
        Respecto a este mismo punto, nos dió a entender también el señor director que podríamos nosotros entrevistarnos en adelante con Francisco de Idiáquez en el idioma nuestro, en euskera.
        [...]

Fototeka Kutxa. Ondarreta 1915

viernes, 18 de marzo de 2011

jueves, 17 de marzo de 2011

Gracias por los comentarios.

Muchas gracias por los comentarios. Tengo problemas, esta semana con el servidor. Si puedo esta semana publicaré algo más. Eskerrik asko.

El funicular de Puio / Puyo


El funicular de Puio permitía a la familia Ordoqui acceder a su residencia ubicada en la cumbre del monte. Este curioso medio de transporte inició su primer trayecto allá por 1912 y recorrió su último viaje en 1936, ya que ese año y como consecuencia de la guerra, la familia decidió abandonar la residencia y volver por unos años a Argentina, donde tenía diversas propiedades, según señala una vecina, que nació y reside en la casita del funicular. Una edificación desde la que se accedía, por medio de unas escaleras, al propio funicular así como al tranvía de Hernani, hoy desaparecido.
Los vecinos de la casita del funicular solían ir a pasar el día en los jardines de la residencia y todavía continúan subiendo a menudo. “Tenían un jardín precioso, parecido al de Aiete”. Hace unos treinta años el palacio fue vendido a una inmobiliaria y durante años fue habitado por una familia, después volvió a quedarse deshabitado y en 1989 fue presa de las llamas. En la actualidad, la residencia esta totalmente destruida, aunque todavía se conserva el carril por donde circulaba el funicular. La casita, en 1997 fue destruida tras las inundaciones que padeció San Sebastián.

Diario Vasco.
Espero te sirva  "Amara"

lunes, 7 de marzo de 2011

PROYECTOS DE 1909


   Construcción de un hotel en la planta baja del Castillo, junto al paseo de circunvalación.
   Construcción de un hotel en la cúspide del Castillo, con un ferrocarril-funicular  que vaya desde el Casino, por  el callejón y muro de frente al muelle.
   Construcción de un parque en la falda del Castillo, derribando toda la zona comprendida entre el monte y la calle 31 de agosto.
   Construcción de un túnel a través del Castillo, en la alineación de la calle San Jeronimo.
   Construcción de un cuartel nuevo en terrenos de Atotxa.
   Cubrir el Paseo del Boulevard, desde la calle Garibay a la de Legazpi, con una bóveda cristalizada, sostenida por armaduras metálicas, apoyadas en las cornisas de los tejados de las casas del Pozo y Alameda, derribándose todo el arbolado y sustituyéndolo  por palmeras y un jardín oriental.
   Cubrir la Plaza de Guipúzcoa con bóvedas cristalizadas, apoyadas en los tejados de las casas que forman los cuatro lados de la plaza.
   Construcción de pasajes cubiertos, como los de Nápoles, Milán, etc., en las calles que enlazan la Avenida de la Libertad con el Boulevard.
   Construcción de un gran arco  monumental en la plaza situada al final del Paseo del Arbol de Guernica, con objeto de señalar el punto donde ha llegado la edificación en un siglo.
   Construcción de bóvedas sobre el cauce del río Urumea, entre los puentes Santa Catalina y María Cristina, para aprovechar este terreno, como se ha hecho en Niza, para la construcción de un palacio de Artes y Ciencias sobre el río.
   Construcción de un parque con jardín zoológico,
   Construcción de un monumento en la Brecha, para recuerdo del lugar por donde entraron las tropas en 1.813.
Proyecto Urgull


Erreala