domingo, 30 de enero de 2011

DECLARACIONES TESTIFICALES JURADAS

Fragmentos de las declaraciones testificales juradas procedentes de la Información instruida en noviembre de 1813 sobre la conducta observada por las tropas aliadas en el asalto de Donostia.
 (Días 31 de agosto y siguientes):


DON PEDRO JOSE DE BELDARRAIN. Regidor del Ayuntamiento constitucional de esta ciudad testigo presentado y jurado siendo examinado al tenor del interrogatorio declaró como sigue: Al primero dixo que a cosa de las dos de la tarde del treinta y uno de Agosto vió entrar a los aliados por su calle quienes al momento dexando de perseguir a los Franceses y hallandose aun estos en el Pueblo empezaron a disparar a todos los Balcones Ventanas y Puertas y habiendo subido a las casas después de beber y comer quanto encontraban en términos que al deponente le bebieron mas de quatrocientas botellas de Vino y licores empezaron a saquear y a pedir dinero a las personas maltratándolas e hiriendolas a culatazos y bayonetazos como sucedio al deponente que habiendo salido a la calle huyendo del mal trato que le daban despues de haber repartido mas de ochenta escudos de oro le agarraron unos Soldados Ingleses y Portugueses le arrancaron el Pañuelo del cuello, chaleco, tirantes y le soltaron los calzones registrandole cuanto cubren estos y ultimamente le derribaron al suelo a culatazos dexandole casi sin sentido de modo que estubo tendido en el suelo un quarto de hora pisado por varios soldados que pasaban por la calle y le dejaban por muerto: que volvió a su casa donde había muchas mugeres refugiadas y despues que saquearon quanto había se echaron sobre ellas, violaron a las mas entre ellas a una anciana de setenta y seis años que la gozaron mas de doce: que el deponente dio ocho duros a ocho Soldados para librar de esta violencia a una muchacha de once años hija de un Vecino suio y aunque logró en aquel momento el librarla habiendo vuelto otra vez algunos de los primeros la violaron por fin. QUE era rara la muger que se libertaba de este insulto a no ser las que se escondieron en los comunes y subian a los texados: que una muchacha con su Madre ambas vecinas del testigo después de haber estado algunas horas en el comun de la casa de la Viuda de Echeverria se presentaron en casa del Deponente llenas de inmundicia hasta el pescuezo y aun en este estado dos Oficiales Ingleses violaron a la muchacha: que la muger e hija del testigo se libertaron subiendo al texado desde donde huyendo del fuego pasaron de texado en texado al quartel de enfrente de la carcel vieja que estaba desocupado y cerrado de modo que quando la mañana siguiente salió el testigo ignoraba el paradero de ellas: que la noche del treinta y uno fué la mas horrorosa que puede explicarse en la que no se oian mas que ayes lastimosos de mugeres que eran violadas y tiros que se disparaban en las mismas Casas como lo hicieron en la del testigo quien salió de la ciudad quando hallo a su muger e hija entre quatro y cinco de la tarde del día primero de septiembre admirado del mal trato que le dieron a los vecinos y de los abrazos y señales de amistad con que recivieron a los Franceses cogidos con las armas en las manos tratandoles de camaradas y dandoles de beber de sus cornetas siendo asi que todo el vecindario a los Ingleses y Portugueses hechos Prisioneros el veinte y cinco de Julio los socorrió con chalecos, camisas, camas, vino, chocolate, Vizcochos con cuya recoleccion corrió el testigo a una con los Individuos del Ayuntamiento y aun se les socorria con limosnas quando les encontraban en la calle empleados en los trabajos en que les ocuparon los Franceses. Al segundo dixo que no es facil averiguar el número de los muertos ya porque muchas personas heridas se abrasaron en las casas ya por la dispersion total de las familias de esta ciudad de las que muchos Individuos van muriendo a resulta de los sustos y mal trato.

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